Un corazón al que le gusta sufrir
se enamora de quien no debe,
desea a quien no le corresponde
y quiere lo que no tiene.
Un corazón al que le gusta sufrir,
asumámoslo,
es una puta mierda.
Y yo,
poseo uno de esos corazones desafortunados,
inoportunos,
desangelados,
malditos,
que se enamoran sufriendo
y cuanto más sufren
más se enamoran.
Una puta mierda, vaya.
Y no puedo sacármelo y sacudirle tanta tontería,
porque además de para hacerme sufrir,
también sirve para bombear sangre,
y eso, a día de hoy, todavía lo necesito.
Y tampoco puedo pedirle que se olvide de ti,
porque aún es joven y tiene esperanza,
porque no sabe tenerte cerca y no quererte,
porque nada me asegura que sin ti
seguiría latiendo.
Y a ver quien cojones se arriesga.
Etiquetas: poética patética