5,2 LitRoS (0)


Uno se da cuenta de sus obsesiones cuándo el volumen de pensamientos, escritos, conversaciones internas y externas... tiempo, al fin y al cabo, que dedica a esa cosa ocupa un volumen importante, unos 4 litros más o menos, de su tiempo. En mi caso, me he dado cuenta de que una de esas cosas es la palabra "hogar", que ocupa 5,2 litros del volumen total.

Hay que tener mucho cuidado con las cosas que ocupan nuestro tiempo, porque si no son de las cosas que te hacen pasarlo bien, estamos ocupando un volumen precioso que bien podría estar ocupado por otra cosa más provechosa.

El "hogar" este que ocupa mis 5,2 litros de tiempo a veces tiene forma de casa, a veces de ciudad, a veces de estación, pero la gran mayoría de las veces tiene forma de persona o personas.

Si un día me encuentro triste pienso que no tengo un sitio al que llamar hogar, una referencia, una persona a la que llamar nada más desabrocharme el cinturón del asiento del avión. Y si un día me siento bien pienso que tengo muchos hogares, tantos como personas a las que quiero y que me quieren, tantos como las ciudades por las que tuve casas a las que volvía. El vaso medio lleno o el vaso medio vacío.

Pienso en una cocina con una ventana en el fregadero, un baño con bañera y un patio con un naranjo. Pienso en una ciudad o un pueblo, una cafetería con sillones, una biblioteca con encanto, un parque sin jardines. Pienso en un verano en la hamaca, un otoño de paseos, un invierno con chimenea y una primavera de mochila y viajes. Y pienso en ti, y en ti también, pienso en el volumen de tiempo que ocupo yo en tu vida y me pregunto si llegará a los 4 litros, porque entonces no deberíamos perder ni un segundo más en juntar nuestros inviernos, nuestros desayunos y nuestras mochilas, nuestra cocina y nuestra bañera, nuestros días y nuestro tiempo.

Tengo 5,2 litros de "hogar" todos para ti, y para ti también.
¿Cuántos tienes tú?

Atentamente,
un vaso medio lleno o medio vacío.


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La OpiniÓn de unaDe ZamoRa (1)


Nací en Zamora, vivo en Barcelona, hablo castellano, català y, si pudiera, hablaría todas las lenguas del mundo.

Esta es mi opinión de las 7:40 de la mañana de un día tal que hoy mismo:

Estamos locos.

Estamos locos si queremos que todo el mundo hable la lengua que aprendimos de pequeños, incluso los que de pequeños aprendieron otra lengua.

Estamos locos si amamos tanto una lengua como para odiar a los que no la aman o no la conocen.

Estamos locos, zumbaos, mal de la cabeza, los que defienden y los que atacan, los que al fin y al cabo, dan de comer a una guerra tan estúpida, como el resto de guerras.

Y ya.

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